Hoy se celebra el DÍA MUNDIAL DEL RECICLAJE, una ocasión más para hacer hincapié en la importancia que tiene tratar de una manera responsable y adecuada los numerosos residuos que producimos, en una sociedad que debe apostar decididamente por implantar una economía circular capaz de combatir el cambio climático y mantener la biodiversidad en el planeta.
La bolsa de la basura es ahora mucho más compleja que varias décadas atrás. Por ello, la labor de sensibilización y educación ante la problemática generada por los residuos es más necesaria que nunca.
Nuestras primeras campañas coincidieron en el tiempo con la implantación de los primeros contenedores de reciclaje de papel y vidrio en Asturias. El compromiso con la reducción, la reutilización y el reciclaje ha marcado nuestra trayectoria en la educación ambiental, bajo la premisa de que no hay residuos sino recursos mal gestionados.
Veinte años después, la sociedad es cada vez más consciente de la necesidad de otro modelo económico en la que nada sobre, donde el ciclo productivo a escala global no genere desperdicios. Repensar, reducir, reutilizar, reparar, reciclar, son acciones imprescindibles dentro de la nueva economía: la Economía Circular.
La Educación Ambiental se hace imprescindible a todos los niveles y en el corto plazo para alcanzar las ambiciosas tasas de reciclaje acordadas en Europa: introducir un objetivo de reciclaje vinculante de los residuos urbanos del 55% en 2025, del 60% en 2030 y elevarlo hasta el 65% en 2035. En Asturias, ha sido aprobado recientemente el Plan Estratégico de Residuos del Principado 2017-2024, que apuesta por una gestión más sostenible y persigue reducir en un 10% la generación de desechos y alcanzar una tasa de reciclaje, como mínimo, del 50% en el año 2020. En nuestros domicilios hoy por hoy, podríamos separar para el reciclaje más de 70% de los residuos urbanos generados.
Queda mucho por hacer, pero en el camino, en nuestro día a día, ya podemos apostar por la economía circular: consumir menos, seleccionar productos que generen menos cantidad de residuos y que sean fácilmente reciclables, reparar, compartir, donar…y reciclar.
¡Tenemos muchas buenas excusas para reducir, reutilizar y reciclar y ninguna para no hacerlo!
